Este lienzo pertenece a una serie de cuadros que realicé durante
la " adolescencia", era el 1986 tenía 14 años y acababa
de morir mi padre...
Una floristera empezó a hablarme de"el sol de los muertos" se trataba
de un sol pálido, borroso, mortecino, distorsionaba todo lo alumbrado...
Con el tiempo decubrí que ese sol no existía en sí, sino que era fruto de
nuestros ojos cansados por llorarle a los que se marchaban.
Fui a mi casa y pinté las flores, un enorme reloj y un gallo portugués que
estaban inspirados en adornos que tenía mi madre colgados en la cocina.
Siempre que moría alguien me ocurría igual, me daba por observar objetos
que había en mi casa y hacía el ejercicio de compararlos, encontrando una
abismal diferencia entre un antes y un después.
Cómo cambia todo, Antonia. Cómo hemos cambiado. Hoy tengo la insoportable sensación de que todo está dicho, o de que todo cuanto se dice no importa en el fondo nada. Es una sensación nueva en mí, contraria a la que tenía antes, cuando pensaba que todo, hasta la más mínima conversación o comentario, era importante, aportaba algo. Esa impresión que ahora tengo es más justa que la que tenía antes. No más verdadera, pero sí más justa. Es una impresión que está en nuestro presente y quien la tiene vive en su tiempo, ajusta su alma con el alma del mundo. Yo llevo años con esa sensación. En mi adolescencia - la tuya - toda idea nueva era un relámpago. La saboreaba, le daba vueltas, la miraba al trasluz, sacaba sus consecuencias, la relacionaba con otras, la contraponía, jugaba con ella, la amaba. Era hermoso, el paraíso. Fue larga mi adolescencia. Desperté muy tarde, tú demasido pronto. Es extraño, porque si se llega a mi edad durmiendo, se duerme ya toda la vida. Sin embargo, soy una excepción, no sé si feliz o desgraciada, que siempre piensa y dice lo que siente, igual que tú has hecho siempre...
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDesde luego que eres una excepción, pero sin excepciones como tú, el mundo seria un petardo.
EliminarEncuanto a mi "adolescencia" aún me sigo preguntando:¿Cómo pude salir ilesa de aquello?.
Hay una frase de passolini que define muy bieb esta etapa de la vida, que mas o menos dice:
"Muchachito todo lo que no cuentes o preguntes ahora, jamás sera respondido, nunca sera contado".